La meningitis A, una enfermedad grave que puede llevar a la muerte en cuestión de días o provocar importantes secuelas neurológicas, producía epidemias durísimas en el continente más pobre del mundo durante la década de los 90, a las que las vacunas de polisacáridos, utilizadas durante más de 30 años, no podían hacer frente.
Después de una epidemia catastrófica en el año 1996, en la que murieron 25.000 personas, los ministros de salud de los países afectados celebraron una conferencia internacional en Burkina Faso en la que prácticamente suplicaron a la comunidad internacional que les ayudase a diseñar una estrategia eficaz contra esta enfermedad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) respondió al llamamiento, y fue así como en el año 2001 nació el Meningitis Vaccine Project, cuyo resultado ha sido una vacuna que, cinco años después de su introducción, ha conseguido el control y casi la eliminación de la mortalidad por meningitis en África.
Ahora, la revista Clinical Infectious Diseases recoge un auténtico tratado sobre esta vacuna de más de 200 páginas en las que más de 50 autores remarcan el “impresionante” éxito de esta inmunización que es innovadora en muchos sentidos.
Un modelo de negocio alternativo Primero, por el modelo de negocio que la sustenta: MenAfriVac® [su nombre comercial] es la primera vacuna que no ha sido desarrollada ni financiada por una gran multinacional.
Gracias a los 65 millones de euros aportados por la Fundación Bill y Melinda Gates fue posible establecer un consorcio entre la OMS y la ONG internacional PATH con el único objetivo de desarrollar, aprobar e introducir una vacuna contra la meningitis meningocócica grupo A para el cinturón africano.
El hecho de que la mayoría de los casos de esta enfermedad se concentraran en este continente, sumado a que esta dolencia no era un problema para los países desarrollados desde la segunda Guerra Mundial, sin olvidar la necesidad imperiosa de que la vacuna tenía que ser barata, hizo que ninguna farmacéutica estuviera interesada en su desarrollo.
Por ello, se evaluaron opciones alternativas, y fue así como dieron con una compañía instalada en India, Serum Institute of India, a la que se le encargó el ambicioso proyecto de desarrollar 50 millones de dosis a 40 céntimos de euro cada una.
El encargo fue realizado con éxito, y desde el año 2010 lleva usándose y dando buenos resultados esta inmunización que, hasta la fecha, han recibido 217 millones de personas, rompiendo así el ciclo de la meningitis en muchos países.
La prueba más tangible del éxito de este proyecto la tuvimos el pasado mes de enero, cuando la OMS recomendó la introducción de esta vacuna en los programas de inmunización rutinaria infantil.
Es decir, que su uso no se limitara sólo a la prevención frente a las epidemias, sino que se aplicara también al calendario de vacunas que se le administra a los bebés de forma automática.
No necesita frío Además de por su diferente estrategia económica, esta vacuna también es innovadora por sus características técnicas, que le han valido el sobrenombre de la vacuna sin frío, ya que ésta es la primera que no necesita mantenerse en un estricto intervalo de temperatura de entre dos y ocho grados centígrados.
Los ensayos clínicos con MenAfriVac® demostraron que la vacuna permanecía estable sin refrigeración en temperaturas de hasta 40 grados, lo que suponía importantes ahorros en neveras, electricidad y logística general.
Un ejemplo clarísimo lo ofreció una campaña de vacunación llevada a cabo en Chad en el año 2011, donde se vio que, si en vez de mantener la cadena del frío, las inyecciones se conservaban a temperatura ambiente, el coste de inmunizar a una persona se reducía exactamente a la mitad, pasando de 0,20 euros a 0,10.
Fuente: El Mundo Foto : Unicef.es .
Meningitis A: éxito de la primera vacuna desarrollada exclusivamente para África


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