El titular de agricultura, Aziz Akhannouch, ha aprovechado la ocasión para anunciar la puesta a disposición de alrededor de 8,1 millones de quintales de semillas certificadas y 500.000 toneladas de abonos para asegurar la estabilidad de los precios de fertilizantes de fosfatos y la racionalización de su utilización.
La nueva campaña agrícola arranca en Marruecos con la mirada puesta en el cielo en busca de precipitaciones que permitan superar los nefastos efectos de la sequía del año pasado. El encargado de inaugurar el nuevo año agrícola ha sido el ministro en funciones, Aziz Akhannouch, quien se ha trasladado hasta la región de Sidi Bennour desde donde ha hecho un llamamiento a los agricultores del país a participar en el aumento de la superficie total de campos cultivados.
El ministro ha aprovechado también para presentar las medidas llevadas a cabo por su departamento, como la puesta a disposición de alrededor de 8,1 millones de quintales de semillas certificadas y 500.000 toneladas de abonos para asegurar la estabilidad de los precios de fertilizantes de fosfatos y la racionalización de su utilización. Asimismo, la presencia del ministro en los campos de Azemmour y Bir Jdid, fuertemente afectados por los efectos de una salinidad muy elevada en su capa freática, ha servido al titular de agricultura para anunciar la puesta en marcha de un proyecto de irrigación colectiva, que con un coste de 360 millones de dírhams (más de 3 millones de euros), permitirán la rehabilitación de esta zona de cultivo.
En todo caso, el ministerio confía en que la nueva campaña permita incrementar la producción de un sector considerado estratégico por su importante contribución al PIB del país.
Fuente: InfoMediaire
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