• Ya se ha incrementado un 20% en pleno desierto, al norte de la ciudad de Dajla
  • Se espera que Marruecos lo finalice en 2028 y que esté operativo para 2030
  • El centro económico contará con una zona industrial destinada a 300 empresas

Marruecos está implementando un plan de inversiones en el Sáhara Occidental para transformarlo en un hub del comercio marítimo con los países del Sahel, mejorar sus conexiones terrestres con Europa y África, y promover el desarrollo de la agricultura, las energías renovables y el turismo.

En pleno desierto, a 40 kilómetros al norte de Dajla, la ciudad más meridional de este territorio en disputa controlado por Marruecos, se están llevando a cabo las obras del puerto Dajla Atlántico, que ya está construido en un 20% y se ubicará casi un kilómetro y medio mar adentro sobre la plataforma atlántica, conectado a tierra por un puente.

Este proyecto, con un presupuesto de 13.000 millones de dirhams (1.200 millones de euros) para su primera fase, fue presentado a la prensa internacional durante un viaje organizado por el Gobierno marroquí, y es el componente más ambicioso de un paquete de inversiones que Marruecos está implementando en la región de Dajla desde el fin de la pandemia.

Hay sitio para todos

Uno de los objetivos del puerto, cuya finalización está prevista para 2028 y se espera que esté operativo en 2030, es establecer una zona industrial en tierra para 300 empresas, con el fin de atraer el comercio de materias primas desde África Occidental y específicamente desde el Sahel. Este proyecto forma parte de la iniciativa del rey Mohamed VI para proporcionar una nueva salida al Atlántico a estos países, que enfrentan actualmente crisis de gobernanza y seguridad, pero son ricos en metales preciosos y minerales.

Según explica Nisrine Iouzzi, directora de Planificación, la infraestructura incluirá un puerto comercial, uno pesquero y un astillero, con una capacidad de manejar 35 millones de toneladas al año. Iouzzi indica que el puerto será de tamaño similar al de Casablanca y será «complementario y competitivo, no competitivo, con el puerto de Dakar».

«Tenemos espacio para todos, y hay demanda», afirma la ingeniera mientras observa decenas de bloques de hormigón listos para ser colocados. Además, añade que el puerto tiene previsto establecer conexiones marítimas con Europa, Norteamérica, América Latina, África y Oriente Medio.

Una autopista de más de 1.000 kms

Otra de las inversiones planificadas por Marruecos en el Sáhara Occidental es la construcción de una autopista de 1.055 kilómetros que conectará Tiznit (sur de Marruecos) con Dajla, con un costo de 9.000 millones de dirhams (843 millones de euros), y se espera que esté completada en 2028, para fomentar el comercio terrestre.

Según Yanja El Jattat, presidente de la región de Dajla Oued Addahab, que abarca la mitad sur de la excolonia española y tiene una población de 200.000 personas, esta carretera unirá «Europa, Marruecos y el África Subsahariana».

Un 30% de capital privado

El Jattat añade otros planes de inversión: en pesca, ya que la región tiene capacidad para 600.000 toneladas de pescado al año; en turismo, como destino de surf y kite surf; en agricultura, con un proyecto de desaladora para irrigar 5.000 hectáreas de tomate cherry, melón y frutos rojos (actualmente hay 1.000 cultivadas), y en energías renovables, gracias a un viento de 35 kilómetros hora de media.

Todo para «hacer de Dajla un centro económico», dice a los periodistas el presidente, y asegura que todos los países son «bienvenidos» a invertir en la región, que ahora cuenta, según su Centro Regional de Inversiones, con un 70% de aportación pública marroquí y un 30% de capital privado de países de Europa, Estados Unidos y el Golfo.

Empresarios españoles

Según El Jattat, los empresarios españoles son los «principales socios en pesca» en Dajla, junto con los japoneses, y están colaborando con socios marroquíes mientras «buscan sinergias en agricultura con inversores marroquíes».

El Sáhara Occidental, administrado de facto por Marruecos en un 80%, es un territorio catalogado por la ONU como en proceso de descolonización y disputado por los independentistas saharauis, quienes consideran que estas políticas de inversión constituyen actividades «ilegales según el derecho internacional».

Aceleración significativa

Ali Salem Tamek, presidente del Colectivo de Defensores Saharauis de los Derechos Humanos (CODESA), una de las principales organizaciones saharauis en el territorio, ha observado una «significativa aceleración» de las inversiones marroquíes en los últimos dos años, según explicó a EFE.

Tamek denuncia que estas inversiones contribuyen a la «transferencia demográfica» en este territorio y a la «explotación ilegal de sus recursos», con el objetivo de atraer inversiones de «actores internacionales», lo cual, en su opinión, «hace casi imposible la resolución del conflicto».

Fuente del artículo: eleconomista.es