En un elegante suburbio de Nairobi, una experiencia culinaria innovadora está atrayendo multitudes: el Robot Café, el primero de su tipo en África Oriental, donde los robots asisten al personal.

Los robots que actualmente sirven en este restaurante vanguardista se llaman Nadia y Claire. Desde su apertura hace dos meses, el café se ha convertido en una atracción local gracias a estos asistentes mecánicos que se desplazan entre las mesas para entregar los pedidos.

«Cuando estamos realmente ocupados, especialmente los fines de semana, la sala puede estar llena con diez camareros humanos y tres robots. Estos robots son como colegas: tienen nombres, nos ayudan en el servicio y su desempeño es impecable», explica Gladys Guda, camarera en el Robot Café.

Los clientes acceden al menú escaneando un código QR en su mesa y realizan sus pedidos en línea. Una vez que los platos están listos, un camarero humano los coloca en la bandeja de un robot, que luego los entrega en la mesa después de ingresar algunos comandos en un iPad. Los robots se recargan durante la noche y se supervisan a través de un centro de control especializado.

La introducción de los robots ha suscitado preocupaciones sobre la pérdida de empleos, especialmente en un sector hotelero clave para la economía de Kenia.

John Kariuki, gerente del Robot Café, intenta tranquilizar.

«En ningún momento los robots pueden realizar todos los servicios y tareas del restaurante sin intervención humana», aclara. «Los robots son en realidad demasiado costosos para adquirirlos en gran escala. Pero creemos que los clientes merecen acceder a la tecnología disponible en los países desarrollados. Por lo tanto, hemos integrado los robots principalmente para el entretenimiento, ya que eso es lo que buscan nuestros clientes.»

Aunque la iniciativa del Robot Café podría marcar una nueva tendencia en Kenia, Edith Ojwang, consultora independiente en la industria hotelera, destaca la diversidad de necesidades en cuanto a servicio.

«La industria hotelera es muy diversa. Tenemos clientes que prefieren un servicio robotizado y una automatización completa, mientras que otros valoran el contacto humano. Por lo tanto, no es una amenaza total para la mano de obra humana debido a la variedad de preferencias en la hotelería», concluye.

Fuente del artículo: africanews