Los observadores han sostenido que la política exterior estadounidense y occidental descuidó a África, y China se aprovechó recientemente del vacío.
Los líderes del G7 reunidos en Alemania se comprometieron a recaudar $ 600 mil millones durante cinco años para financiar proyectos de infraestructura en países en desarrollo, contrarrestando la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) de varios billones de dólares de China.
El proyecto se denominará «Asociación para la inversión y la infraestructura global», y el presidente de EE. UU., Joe Biden, destacará un proyecto de desarrollo solar de 2.000 millones de dólares en Angola con el apoyo de bancos de desarrollo y empresas de inversión.
Estados Unidos movilizará más de $200 mil millones en subvenciones y fondos federales para apoyar a los países de ingresos bajos y medianos a mejorar la salud global, la infraestructura digital, la equidad de género y abordar el cambio climático, dijo Biden.
“El anuncio del G7 de una nueva asociación de infraestructura global no es ayuda ni caridad”, escribió en Twitter. “Es una inversión que generará retornos para todos”.
Europa recaudará más de $ 300 mil millones durante el mismo período de tiempo, dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, durante la reunión de los líderes del G7 en Schloss Elmau, en el sur de Alemania.
Cientos de miles de millones de dólares también provendrán de fondos soberanos, bancos multilaterales de desarrollo e instituciones financieras .
También se espera que otros países como Canadá, Francia, el Reino Unido, Japón e Italia participen en el nuevo programa de desarrollo.
La iniciativa surge como un contraataque para equilibrar las inversiones de China en los países en desarrollo, la Iniciativa de la Franja y la Ruta, que hasta la fecha ha establecido programas de desarrollo en más de 100 países.
“China continúa dando la bienvenida a todas las iniciativas para promover el desarrollo de infraestructura global”, dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, sobre el proyecto del G7, al tiempo que defendió el historial del BRI luego de los comentarios de funcionarios de la Casa Blanca de que no brinda muchos beneficios tangibles.
Los observadores han señalado recientemente el descuido de la política exterior estadounidense y occidental hacia el mundo en desarrollo, particularmente África, un vacío que China ha querido aprovechar al lanzar proyectos de desarrollo multimillonarios en el continente.
Muchos en África y el mundo en desarrollo más grande han criticado los intentos tanto de China como de los EE. UU. Han descrito ambos intentos como una forma de neoimperialismo, argumentando que los proyectos de desarrollo y las inversiones no deben ser un pretexto para cálculos geopolíticos.
Fuente: MoroccoWorldNews