Los países de Asia y su sector privado tienen un gran interés en dirigirse hacia África, recomendó el economista en jefe del Grupo del Banco Africano de Desarrollo, Kevin Urama. Hizo este llamado durante un seminario coorganizado con el Instituto Coreano de Política Económica Internacional (KIEP) el 12 de julio de 2023 en Sejong, Corea, sobre la edición 2023 del informe sobre las Perspectivas Económicas en África.

«Invito a los inversores y gobiernos de Asia a ver a África no como una tierra lejana, sino como un continente lleno de oportunidades», instó Kevin Urama, quien también es vicepresidente de Gobernanza Económica y Gestión del Conocimiento. Basó sus recomendaciones en los datos de la última edición de las Perspectivas Económicas en África, uno de los informes destacados del Grupo del Banco. Cada año, esta publicación tan esperada analiza las economías de los 54 países de África y detalla sus proyecciones.

A pesar de los numerosos impactos importantes que África ha enfrentado en los últimos años, incluida la pandemia de Covid-19, los efectos del cambio climático y la invasión de Ucrania por parte de Rusia, el continente resulta ser bastante resiliente: después de alcanzar el 3.8% en 2022, se espera que su tasa de crecimiento aumente al 4.1% en 2023 y 2024, superando el promedio mundial del 2.9% y el de Europa del 1.1%, predijo el economista en jefe, estimando que solo el crecimiento de Asia del 4.3% será más alto.

«África debe desempeñar un papel clave en la transición verde, ya que posee el 60% de las tierras cultivables sin explotar en el mundo y los minerales necesarios para el crecimiento verde. Estas son oportunidades para el desarrollo sostenible y las inversiones. Es una tierra virgen, donde se pueden construir fácilmente infraestructuras con bajas emisiones de carbono sin incurrir en grandes gastos», agregó Kevin Urama.

Para aprovechar estas oportunidades, los inversores asiáticos deben ir más allá de las percepciones estereotipadas sobre África. «En África, hemos tenido la pandemia de Covid, enfrentamos crisis, tenemos conflictos, es cierto, pero eso es solo una parte de la realidad», enfatizó el administrador del Grupo del Banco Africano de Desarrollo para Canadá, China, Corea del Sur, Kuwait y Turquía, Edmond Wega.

Edmond Wega hizo un llamado a Asia para convertir las crisis en oportunidades. «El continente asiático debe utilizar sus tecnologías y conocimientos para establecer una relación beneficiosa con África, trabajar con las regiones, los países, el Banco Africano de Desarrollo, para lograr una convergencia de intereses, para que los sueños se hagan realidad», defendió.

El vicepresidente de KIEP, Sung-Chun Jung, coincide con la misma idea. «África tiene el potencial de ser un futuro mercado de oportunidades en términos de crecimiento verde, con su población en rápido crecimiento y sus abundantes recursos de energías renovables y minerales», insistió.

El responsable de KIEP hizo un apasionado llamado a la comunidad internacional para apoyar firmemente los esfuerzos que están haciendo los países africanos para combatir el cambio climático, proporcionando financiamiento, transferencias de tecnología y fortalecimiento de capacidades, entre otros. Además, enfatizó que el sector privado debe desempeñar un papel más importante para cubrir el déficit de financiamiento que afecta la movilización de fondos destinados a la lucha contra el cambio climático.

La presentación del informe fue seguida por una mesa redonda, que reunió a Hong Miao, experta en energía y directora de programas en el Instituto de Recursos Mundiales de China; Sungbae An, director del Departamento de Macroeconomía y Finanzas Internacionales en KIEP; y Kohji Mitomori, director de la Oficina de Cambio Climático del Departamento de Medio Ambiente Global de la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA). Munsu Kang, investigador asociado en KIEP, moderó los debates.

La Sra. Miao resaltó que las empresas e inversores chinos tienen la voluntad de trabajar con otros países de la OCDE para invertir y participar en el desarrollo económico en África, especialmente en términos de crecimiento verde y energías renovables.

«Un gran número de inversores privados chinos ya están presentes en África y las instituciones de desarrollo multilateral también deben desempeñar un papel, porque existen muchas oportunidades innovadoras para involucrar a más inversores privados. Ambos lados, Asia y África, deben hacer esfuerzos», afirmó, después de presentar un estudio sobre el apetito de los inversores chinos por África, especialmente en energías renovables.

Basándose en la disminución de las tasas de inflación a nivel internacional «en un futuro cercano», Sungbae An mencionó las proyecciones económicas de KIEP, que apuntan a un crecimiento del 3.7% en 2023 en África subsahariana. «Uno de los problemas clave que hemos identificado es la inflación que proviene del aumento de los precios de los alimentos y los productos básicos, la presión relacionada con las tasas de cambio en alza y los disturbios políticos», agregó.

Kohji Mitomori destacó el creciente interés de las empresas japonesas en invertir en energías renovables en África. Subrayó que Japón duplicaría su contribución para la adaptación climática para 2030. «En África, estamos tratando de centrarnos en un desarrollo urbano bajo en carbono, la resiliencia al cambio climático, la evaluación de riesgos climáticos, un sistema de alerta temprana y la preservación de bosques y naturaleza», precisó Kohji Mitomori.

Esta fue la cuarta vez consecutiva que se presentó el informe sobre Perspectivas Económicas en África en Asia. El Grupo del Banco Africano de Desarrollo ha abierto una Oficina de Representación en Asia, con sede en Japón.

Fuente: ecomnewsafrique