Aunque podría provocar una destrucción masiva de empleos en el sector de las energías fósiles, tanto en África como en otras regiones, la transición hacia una economía verde tiene un gran potencial para la creación de empleos cualificados y estables para la juventud del continente en numerosos otros sectores de actividad económica.

La economía verde podría crear entre 1,5 y 3,3 millones de empleos directos en África para 2030 en los doce subsectores más desarrollados del continente, como la energía solar, la fabricación de vehículos eléctricos de dos o tres ruedas y las tecnologías agrícolas climáticamente inteligentes, según un informe publicado a finales de julio por FSD Africa, una agencia de desarrollo financiada por el gobierno británico, y la consultora de recursos humanos Shortlist. Titulado «Forecasting Green Jobs in Africa», el informe solo tuvo en cuenta cinco sectores en los que los países africanos ya han alcanzado un cierto nivel de madurez: energía y electricidad, movilidad y transporte, agricultura y naturaleza, construcción e inmobiliaria, y manufactura y materiales.

Estos sectores fueron priorizados en función de las ventajas comparativas del continente y su potencial intensidad en la creación de empleo a corto plazo. Luego fueron subdivididos en doce subsectores bastante maduros en África: solar, eólica, geotermia, hidroeléctrica, industria de vehículos eléctricos de dos o tres ruedas, tecnologías agrícolas climáticamente inteligentes, acuicultura y producción avícola, saneamiento y reciclaje de residuos, sistemas de almacenamiento de energía por baterías, transmisión y distribución de electricidad, infraestructuras de recarga y conservación de ecosistemas y soluciones basadas en la naturaleza.

Las proyecciones indican que el sector de la energía y la electricidad debería generar hasta 2 millones de empleos directos para finales de la década actual (límite superior de las previsiones), lo que representa el 70 % del total de empleos en los cinco sectores estudiados.

Estos empleos deberían generarse principalmente en el ámbito de la energía solar (1,7 millones de empleos, es decir, el 57 % del total) y en el transporte y distribución de electricidad (197 000 empleos, es decir, el 6 % del total). El sector de agricultura y naturaleza podría crear hasta 700 000 empleos (25 % del total), de los cuales 377 000 (13 %) estarían en el subsector de tecnologías agrícolas climáticamente inteligentes, 189 000 (6 %) en acuicultura y producción avícola, y 117 000 (4 %) en conservación de ecosistemas y soluciones basadas en la naturaleza.

Cinco países con alto potencial

El informe también proporciona previsiones detalladas para cinco países africanos con los mayores potenciales en la economía verde: República Democrática del Congo (RDC), Etiopía, Kenia, Nigeria y Sudáfrica.

En estos países, los sectores modelados podrían generar hasta 700 000 empleos para 2030, aproximadamente el 22 % del total de empleos que podrían crearse en el continente gracias a una economía baja en carbono. Sudáfrica lidera con entre 85 000 (límite inferior) y 275 000 (límite superior) nuevos empleos previstos, seguida de Nigeria (60 000 a 240 000 empleos), Kenia (40 000 a 240 000), Etiopía (30 000 a 130 000) y la RDC (15 000 a 45 000).

Se observa una gran diversidad entre los cinco países en cuanto a los sectores que podrían generar nuevos empleos directos dentro de un modelo económico destinado a producir bienes y servicios de manera sostenible, limitando el consumo y desperdicio de recursos y la producción de residuos.

Por ejemplo, la energía hidroeléctrica podría proporcionar la mayor parte de los empleos previstos para 2030 en la RDC (16 000 empleos) y Etiopía (33 000 empleos). La energía solar sería el mayor generador de empleos en Sudáfrica (140 000 empleos) y Kenia (111 000 empleos), mientras que la acuicultura y la producción avícola generarían la mayor cantidad de empleos en Nigeria (69 000 empleos).

El informe también destaca que el 60 % de los empleos verdes que podrían crearse en África en los próximos cinco años serán para trabajadores calificados (de cuello blanco), lo que podría estimular el crecimiento de la clase media en el continente. De estos empleos, el 10 % serán altamente calificados (requiriendo títulos universitarios), el 30 % especializados (requiriendo certificaciones o formación profesional) y el 20 % administrativos. Los empleos no calificados, por su parte, serán más estables y ofrecerán oportunidades de movilidad ascendente.

Para aprovechar plenamente las oportunidades que ofrece la economía verde, los países africanos deberán movilizar más de 100 000 millones de dólares al año para invertir en la formación de recursos humanos y la construcción de infraestructuras adecuadas, además de adoptar marcos regulatorios «favorables a los negocios» destinados a reducir los riesgos para los inversores y financiadores.

FSD Africa y Shortlist también recomiendan a los responsables políticos africanos fomentar la colaboración intersectorial entre gobiernos, el sector privado, instituciones educativas e inversores.

Fuente del artículo: africanews