La 29ª Conferencia Anual de las Naciones Unidas sobre el Clima (COP29) se llevará a cabo del 11 al 22 de noviembre en Bakú, Azerbaiyán.

Uno de los temas clave de este encuentro será fijar un nuevo Objetivo Colectivo Cuantificado (OCQ) para financiar la acción climática en los países en desarrollo, más allá de los 100 mil millones de dólares que ya se movilizan anualmente.

El presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), Álvaro Lario, explica que la COP29 es un momento decisivo para negociar la cantidad de las contribuciones de los países ricos para ayudar a las naciones en desarrollo a enfrentar el cambio climático. «El FIDA insta a los líderes mundiales a aprobar este plan de financiación, con un objetivo específico para la adaptación, priorizando las necesidades de los pequeños agricultores», subraya.

Los choques climáticos están afectando gravemente la producción agrícola en muchas regiones, como en Zimbabue, donde la peor sequía en cuarenta años ha comprometido gravemente la seguridad alimentaria. Tinomuounga Hove, presidente del proyecto de riego de Biri en Zimbabue, testifica: «Las lluvias son cada vez más escasas. Actualmente, estamos en sequía, y este año las cosechas son nulas. Las estaciones han cambiado, y las lluvias ya no llegan cuando las esperamos.»

Gracias a los proyectos de riego apoyados por el FIDA, muchos agricultores, incluido el Sr. Hove, han podido salvar sus cultivos y mantener la producción durante todo el año. «Tener un sistema de riego nos permite cosechar incluso fuera de la temporada de lluvias», precisa. «Así, incluso sin precipitaciones, podemos seguir cultivando, lo que es una ventaja invaluable para nosotros.»

Estos proyectos de riego financiados por el FIDA juegan un papel fundamental para fortalecer la resiliencia de los agricultores frente a los eventos climáticos extremos y preservar la seguridad alimentaria.

Fuente del artículo: africanews