En 2023, la economía beninense registró un crecimiento del 6,4%, gracias principalmente a los sectores de la agricultura y la construcción.
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el crecimiento económico de Benín «debería haber progresado anualmente un 6,6% en el segundo trimestre de 2024, frente al 6,3% en el primer trimestre».
De hecho, las actuaciones macroeconómicas de Benín se mantienen sólidas a pesar de un entorno externo difícil, indicó la institución financiera, tras una visita de uno de sus equipos a Benín para «evaluar los desarrollos económicos recientes, discutir los contornos y las orientaciones de la política pública en el marco del presupuesto 2025».
«Esta dinámica (de crecimiento económico) debería continuar en los próximos trimestres», declaró Constant Lonkeng, quien lideraba el equipo del FMI.
Además, señaló que «aunque la inflación general se limitó al 3% en agosto (en términos anuales), los precios de los productos alimenticios registraron un aumento del 6,6%, debido en parte a un incremento en las exportaciones hacia los países vecinos en un contexto de difícil situación de seguridad regional».
Por otro lado, según previsiones del Banco Mundial de mayo de 2024, la economía beninense debería registrar un crecimiento promedio del 6,2% anual entre 2024 y 2026, gracias principalmente al aumento de inversiones y a la expansión de la Zona Industrial Glo-Djigbé (GDIZ).
Esta zona industrial está dedicada a la transformación local de productos agrícolas como el algodón, las nueces de anacardo, la piña y las nueces de karité.
Por su parte, a principios de septiembre, Fitch indicó que el crecimiento de la economía beninense seguirá siendo robusto, «alcanzando un promedio del 6,6% entre 2024 y 2026», pero también recordó los principales desafíos a los que se enfrenta el país.
«La economía sigue siendo pequeña, vulnerable y altamente dependiente de la agricultura», indicó la agencia de calificación.
Fuente del artículo:africanews