Las consecuencias de la crisis de Ucrania, que llevó al gobierno marfileño a aumentar las subvenciones para reducir la presión sobre los precios, han contribuido a agravar los desequilibrios macroeconómicos del país. Para reforzar su estabilidad, Abiyán quiere concluir un acuerdo mixto FEC/MEDC con el FMI.
Costa de Marfil podría beneficiarse próximamente de una financiación de 2.600 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional (FMI). En un comunicado de fin de misión emitido el 15 de marzo, Olaf Unteroberdoerster, jefe de la misión del FMI en el país, anunció que se había alcanzado un acuerdo global con las autoridades marfileñas sobre los objetivos de dicha financiación.
Según el funcionario, la financiación se proporcionará en el marco del nuevo acuerdo que combinará un Servicio Ampliado del Fondo (SAF) y un Servicio de Crédito Ampliado (SCA). El objetivo será apoyar el programa económico del gobierno marfileño reforzando la movilización de ingresos para preservar la estabilidad macroeconómica y creando espacio fiscal para las necesidades esenciales de gasto social, seguridad e inversión.
«Esperamos ultimar un acuerdo de nivel de servicios en los próximos días, incluido el nivel de acceso a los recursos del Fondo de al menos el 300% de la cuota (equivalente a unos 2.600 millones de dólares). El acuerdo definitivo sobre el programa se someterá entonces a la aprobación del Directorio Ejecutivo del FMI», declaró Olaf Unteroberdoerster.
Este anuncio se produce en un momento en el que Costa de Marfil, como todos los demás países africanos, intenta reforzar su capacidad de resistencia frente a los choques macroeconómicos externos que le han afectado en los últimos años. A pesar del importante impacto de la crisis, la economía marfileña ya había resistido bien la pandemia de Covid-19, con un crecimiento del 2% en 2020 en plena recesión económica mundial, y luego un repunte hasta el 7% en 2021.
Pero desde entonces, Abiyán ha tenido que hacer frente a las consecuencias de la crisis de Ucrania, que llevó al Estado a aumentar las subvenciones para reducir la presión sobre los precios. Estas medidas, adoptadas en un contexto de deterioro de la relación de intercambio, han agravado los desequilibrios macroeconómicos en 2022, según el FMI.
«En este difícil contexto, las autoridades han solicitado el apoyo del Fondo para su programa económico en el marco de un acuerdo conjunto del FCE y la OCDE. Esto tiene como objetivo preservar la sostenibilidad fiscal y de la deuda y anclar el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2021-25 en prioridades estructurales clave para promover un crecimiento más inclusivo impulsado por el sector privado y facilitar la transición de Costa de Marfil a un país de renta media», señaló el FMI.
Cabe recordar que Costa de Marfil ha demostrado durante varios años que cuenta con sólidos fundamentos económicos, tras el amplio programa de reformas puesto en marcha por el presidente Alassane Ouattara desde su llegada al poder en 2011. Sin embargo, a pesar de estos resultados, el país aún está lejos de los estándares que desea alcanzar, sobre todo en materia de redistribución de la riqueza. Para ello, las autoridades están acelerando la movilización de fondos internacionales y privados para apoyar su plan de desarrollo.
Al obtener la confianza del FMI para un nuevo programa, el gobierno de Alassane Ouattara no sólo debería acelerar las reformas para preservar la estabilidad económica, sino también enviar una señal positiva a los inversores extranjeros.
Fuente : EcomNewsAfrique