Mientras Europa está sumida en una crisis geoestratégica ligada a las exportaciones de gas con Estados Unidos y Rusia y Argelia ha cortado sus envíos, Marruecos podría aprovechar su proyecto de gasoducto con Nigeria para reducir su déficit energético y su dependencia.
Así lo indicó Mohamed H’Midouche, exbanquero, quien retomó los desafíos de este megaproyecto y el nivel de avance del proyecto.
En una entrevista con L’Opinion, el experto explicó que la primera fase de los estudios se completó en 2020. La segunda fase de los estudios está prevista para este año, especificando que fueron financiados en gran parte por Marruecos y Nigeria, el resto financiado conjuntamente por el Banco Islámico de Desarrollo y el Fondo OPEP (OFID).
Con un costo total de 25 mil millones de dólares, este gasoducto es un proyecto que no tendrá dificultades para su financiamiento, subrayó H’Midouche, y agregó que varios factores militan a su favor. Citó el compromiso de los dos países, potencias africanas, y el apoyo de la CEDEAO.
Además, indicó, el Banco Islámico de Desarrollo y el Fondo OPEP, que están financiando los estudios de viabilidad, ya cuentan con su apoyo de otros donantes regionales o internacionales, como los bancos comerciales marroquíes y las empresas de África Occidental que operan en Marruecos y en el espacio y las grandes empresas internacionales. majors del sector gasista, a participar en el financiamiento de este megaproyecto.
Fuente: Bladi