Diversificar y contar con un mayor abanico de clientes, proveedores y territorios puede ser clave a la hora de asegurar la supervivencia y el crecimiento de muchas pymes españolas.
Las empresas que han mostrado una mayor resiliencia desde la llegada de la pandemia son aquellas que han apostado por valores como la flexibilidad, la innovación, la digitalización y la diversificación a todos los niveles.
Esta certeza, unida a una mayor accesibilidad de las pymes al comercio exterior, ha hecho que recientemente muchos pequeños y medianos empresarios de nuestro país hayan decidido internacionalizarse, o bien reforzar esta partida, dentro de su estrategia empresarial.
Y es que a pesar de las dificultades surgidas de la propia crisis sanitaria, 55.000 empresas españolas exportan de manera regular, logrando exportar solo el año pasado un total de 245.833 millones de euros, tal y como recoge el Plan de Acción para la Internacionalización de la Economía Española 2021-22. Además, si atendemos a datos previos a la pandemia incluidos en este informe, “el grado de apertura de la economía española, calculado como la suma de exportaciones e importaciones de bienes y servicios respecto al PIB, se situó en 2019 en el 66,9%”, lo que refleja la enorme importancia del comercio exterior para la economía española y para el tejido empresarial español, compuesto en un 99’8% por pequeñas y medianas empresas.
“55.000 empresas españolas exportan actualmente
de manera regular”
Datos del Plan de Acción para la Internacionalización de la Economía Española 2021-22.
El caso de la pyme nacional Liberdec es un claro ejemplo de cómo la internacionalización puede ser clave. Esta empresa, dedicada a la importación/exportación de madera, suelos y todo tipo de tableros tiene claro que ha sido su salvación. “Para una empresa como la nuestra sería totalmente inviable quedarnos en el mercado nacional, no podríamos crecer. Necesitamos el comercio exterior, tanto en la búsqueda de proveedores y nuevos productos como para vender lo que exportamos”, afirma Mónica Alonso, CEO Liberdec.
Y es que no cabe duda de que es un proceso complejo. Hay que conocer y elegir bien el país de destino, su cultura empresarial, la situación del mercado y la competencia en el lugar, la multitud de requisitos legales, fiscales y burocráticos que puede requerir… Por ello, resulta imprescindible realizarlo de la mano de un profesional, que puede ofrecernos soluciones eficaces para nuestro caso concreto.
Además, para una internacionalización exitosa, también debemos trabajar distintos aspectos de nuestra estrategia empresarial que nos ayuden a lograr una mayor ventaja competitiva en estos nuevos mercados.
Claves a tener en cuenta antes de dar el salto al comercio exterior
Los expertos coinciden en que conocer en profundidad el país de destino, su cultura empresarial, sus requisitos burocráticos o el funcionamiento de su aduana es fundamental, pero también contar con un buen asesoramiento profesional que nos acompañe durante cada fase del proceso de internacionalización.
Abrirse a nuevos mercados y clientes, y aprovechar las ventajas competitivas de este salto, es cada vez más común no solo entre las grandes empresas. De hecho, el 56% de las pymes españolas ya vende sus productos fuera de España,según confirma una reciente encuesta elaborada por Alibaba Group, y más de la mitad de las mismas están dispuestas a incrementar su oferta de productos y servicios en el mercado internacional a corto plazo.
Entre las razones que motivan esta apuesta por el comercio exterior entre las pequeñas y medianas empresas estaría principalmente la supervivencia (55% de las encuestadas) y el propio crecimiento como compañía. En el caso de Liberdec, una pyme dedicada a la importación/exportación de productos derivados de la madera, tenían claro que no podrían continuar con su modelo de negocio operando solo en España. Por ello apostaron fuertemente por su internacionalización, sobre la que han querido pedir consejo al asesor sénior Luciano Pérez, un experto con una dilatada experiencia en comercio exterior.
“El 52% de las pymes que exportan están dispuestas
a incrementar su oferta de productos y servicios
en el mercado internacional”
Encuesta realizada por Alibaba Group.
Para Pérez no cabe duda de que antes de dar el salto, y también durante, una de las claves es estar muy bien informado sobre el país de destino. “Una empresa que se dedica a la exportación no solo tiene que mirar al entorno más cercano, hay que tener también un buen acceso a las cámaras de comercio, hay que seguir los diarios más importantes de cada país, conocer su cultura…”, afirma. En este sentido, añade que saber en qué podemos ayudar a esos países de destinos, conocerlos y entenderlos bien es fundamental.
Por supuesto, “otro de los grandes requisitos es conocer en profundidad la legislación y el funcionamiento de las aduanas”, afirma. Estar al día de todos los requisitos burocráticos a los que debemos hacer frente, de todos los documentos que debemos obtener de forma previa para no alargar el proceso, de los aranceles, así como conocer detalles como cuánto tiempo permanecen los productos en revisión (más aún si estamos hablando de perecederos) son aspectos que pueden marcar el éxito o el fracaso del proceso.
Además, el experto también recalca la importancia de la elección de las personas implicadas como otro punto fundamental. Una opinión experta afirma que “es muy importante que las pymes que tomen la decisión de internacionalizarse tengan personal formado y cualificado en comercio exterior, además de capacidad financiera para dar ese salto, ya sea con sus fondos propios o por supuesto con financiación bancaria como la que ofrecemos desde la entidad”.
Además, ambos coinciden en que contar con un buen asesoramiento profesional es fundamental. Por ello desde Indegate Consulting, acompañan a las pymes que lo necesiten en cada una de las fases del proceso de internacionalización ofreciéndoles soluciones ad hoc para su negocio que pueden “ayudarles a minimizar los riesgos inherentes del comercio exterior, que es el riesgo país, el riesgo divisa y el comercial”. Además, pueden facilitarle ayuda para determinados trámites o la obtención de financiación en destino gracias a su amplia presencia internacional y a su servicio cross border.
Todo ello, unido a la apuesta por la innovación y la digitalización de los productos y servicios de la empresa, y la implementación de la sostenibilidad, son factores fundamentales a la hora de plantearse este salto al comercio exterior. Una apuesta que, además, es clave para nuestro tejido empresarial, ya que “combinar el mercado interno y la exportación es la vía para asentar unas bases fuertes de cara al futuro”, afirma Pérez.
Los retos sostenibles a los que debe responder el comercio exterior
Según datos recientes de Eurostat, las pymes nacionales son responsables del 53,3% de las importaciones y del 51,1% de las exportaciones que se realizan en nuestro país. Además, cada vez son más las que deciden abrirse a nuevos mercados para reforzar la salud de su empresa o potenciar su crecimiento, por lo que es indispensable que sepan elaborar una estrategia de sostenibilidad adecuada que les permita adaptarse a la legislación de los países de destino y a las crecientes exigencias en materia de sostenibilidad de los clientes internacionales, una demanda que es ya una tendencia global.
Sin duda, optar por un transporte de mercancías más sostenible, que permita una reducción significativa de las emisiones de C02, será cada vez más clave en el comercio internacional. Si bien es cierto que a nivel de transporte de larga distancia todavía se está trabajando en la búsqueda de soluciones efectivas, “a nivel nacional ya existen opciones como los camiones de gas licuado, con puntos de distribución en todo el territorio nacional. Y si ya nos referimos a distancias cortas podemos ya sustituir la flota de vehículos actual por una flota híbrida o eléctrica”, afirma González. De hecho, incluso hay ayudas públicas, como MOVES III, que promueven y financian este necesario cambio.
Otro aspecto fundamental sería la implementación de soluciones en materia de consumo energético. En esta línea el experto aconseja explorar las posibilidades de las energías renovables en nuestra compañía y también apostar por la automatización de las instalaciones y la eficiencia energética. “Además, con todo ello no solo se consigue además ayudar a reducir el impacto ambiental de la compañía sino también reducir su factura energética”, añade.
Por otra parte, apostar por la economía circular, comprometiéndose a la reutilización y el reciclaje, así como por un packaging más respetuoso con el medioambiente también son medidas que ayudan a conseguir un modelo de negocio más sostenible, lo que cada vez es más aplaudido y exigido fuera de nuestras fronteras. De hecho Mónica Alonso, Ceo de la pyme exportadora/importadora Liberdec, afirma que “en otros países del mundo ya hemos visto cómo se premia a los proveedores que son sostenibles”, por lo que instaurar todas estas medidas lo antes posible puede suponer una clara ventaja competitiva para todas aquellas pymes que estén pensando en lanzarse al comercio exterior.
De hecho, los propios cambios legislativos en materia de sostenibilidad implementados internacionalmente en los últimos años también están afectando al éxito de muchas empresas que comercializan sus productos fuera de España. “Por ejemplo, hay medidas que tienen una repercusión importante, como la instauración de tasas a los productos más contaminantes o la limitación de acceso a contratos públicos para aquellas empresas que no tengan una reducción de emisiones prevista antes del año 2050”, añade el experto.
Ejemplos como estos, o como “la existencia de productos financieros que premian aquellos proveedores sostenibles con una tasa de anticipo menor que aquellos que no lo son”, ponen aún más de relieve que la implementación de medidas sostenibles ya no es una elección sino una necesidad. Por lo tanto, para todas aquellas empresas que pretendan exportar o importar productos y servicios, es indispensable implementar una estrategia empresarial que contemple este valor como uno de sus pilares básicos.
Fuente: ElMundo